La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) celebra la aprobación del Comité de protección del medio marino (MEPC) de la Organización Marítima Internacional (OMI) de designar al mar Mediterráneo en su totalidad como una Zona de Control de Emisiones (ECA) de óxidos de azufre y materia particulada.
El Comité – reunido la semana del 6 de junio de 2022 – también manifestó su apoyo para que se adopte la designación formal en el transcurso del próximo comité que se celebrará entre el 12 y 16 de diciembre de 2022.
Si finalmente esta decisión es adoptada, entrará en vigor a partir de enero de 2025 y supondrá que los barcos tengan que cumplir unas limitaciones más estrictas en términos de emisiones de azufre: estas no deberán ser superiores al 0,10 % masa/masa (m/m) frente al límite de 0,50 % m/m establecido para las zonas fuera de ECA.
La reciente aprobación del MEPC supone que el Mediterráneo esté cada vez más cerca de convertirse en la quinta zona designada como ECA de óxidos de azufre en el mundo. Las otras cuatro son: zona del mar Báltico; zona del mar del Norte; zona del norte de América, cubriendo determinadas áreas de Estados Unidos y Canadá y zona del mar Caribe de los Estados Unidos (alrededor de Puerto Rico y las Islas Vírgenes).
Según los estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente / Unidad de Coordinación del Plan de Acción del Mediterráneo (UNEP / MAP), la limitación de las emisiones de azufre de los barcos que operen en el Mediterráneo a un quinto de los valores actuales supondrá una caída anual de cerca del 78,7 % de las emisiones de óxidos de azufre.
“Al menos desde 2019, la industria de cruceros ha apoyado a la OMI en sus esfuerzos para establecer una zona de control de emisiones en el Mediterráneo bajo los procedimientos establecidos en el Anexo VI del Convenio de MARPOL y ahora celebramos su aprobación”, señala el director de CLIA en España, Alfredo Serrano.
Serrano continúa: “Estudios indican que la reducción de los óxidos de azufre a un quinto de los niveles actuales supondrá considerables beneficios medioambientales, incluyendo una caída del 79 % de las emisiones de óxidos de azufre y de un 24 % de las partículas en suspensión”.
Para concluir, el director de CLIA en España añade: “Valoramos el trabajo diligente desarrollado por las instituciones españolas y las entidades involucradas para que esta iniciativa esté más cerca de ser una realidad y ofrecemos la colaboración de CLIA para avanzar en su puesta en marcha, un hito en el desarrollo de un transporte marítimo más sostenible”.
