Por Gabriele Bassi.
Desde hace unos meses Costa Cruceros ha estado trabajando en un reposicionamiento de la marca y ha abordado un nuevo proyecto de turismo sostenible donde la protección del medio ambiente y la generación de mayor valor económico y social han adquirido una nueva perspectiva.
En marzo de 2022 entró en funcionamiento el Costa Toscana, el nuevo buque insignia de la flota, el segundo barco de la clase Excellence y gemelo del Costa Smeralda. Barcos de última generación que responden a las nuevas necesidades del mercado y, sobre todo, proporcionan una plataforma para realizar el tipo de crucero que corresponde al nuevo proyecto.
En primer lugar, preguntamos a Rossella Carrara, Vicepresidenta de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de Costa Cruceros, sobre algunos aspectos del Costa Toscana y cómo se aplican a bordo los protocolos previstos para el suministro de energía con gas natural licuado.
Rossella, ¿qué implica la operación de un buque de gas natural licuado y cuáles son las diferencias prácticas de la gestión de cruceros en el trato con los pasajeros?
Gran parte de la tecnología no es visible para nuestros pasajeros, por lo que pueden disfrutar de la experiencia del crucero al 100% y con la certeza de que navegan en un barco “inteligente”, con la máxima protección del medio ambiente y de los recursos naturales. De momento, repostamos cada dos semanas en Barcelona y ocasionalmente de forma experimental en otros puertos, como La Spezia. Nuestros pasajeros no verán ningún humo negro salir de la chimenea y esto es ya el símbolo más tangible de la eficacia de esta tecnología, que permite eliminar o reducir emisiones como los óxidos de azufre y las partículas .A bordo de la nueva clase de barcos de Costa Cruceros, ¿qué hay de nuevo, además del GNL, en términos de protección medioambiental y energética?
Además de utilizar un combustible de bajo impacto ambiental, el Costa Toscana cuenta con un sistema de eficiencia energética inteligente de última generación. Empezando por la forma del casco, diseñada para reducir fricción con el mar y así ahorrar combustible. También es muy eficiente la tecnología utilizada para todos los servicios a bordo. Por ejemplo, los ascensores utilizan su propia energía para autoalimentarse, al igual que los hornos de las cocinas, que aprovechan parte de su propio calor para obtener energía.El barco produce agua directamente del mar, y es 100% autosuficiente en su consumo. A bordo, la gestión de los residuos sigue estrictos protocolos de almacenamiento y clasificación, ya implantados en el resto de la flota. Todo lo que se produce a bordo se recoge y organiza para facilitar su reciclaje y recuperación una vez descargado en el puerto.
¿Cuáles son las diferencias, si es que las hay, entre el Costa Toscana y el Costa Smeralda?
Hay algunas pequeñas diferencias entre los dos últimos barcos, pero son principalmente de carácter técnico, no perceptibles para nuestros pasajeros. Cada nuevo proyecto tiende a mejorar las instalaciones y valoramos cada experiencia para mejorar continuamente.
¿Qué más incluye su protocolo de sostenibilidad?
Según nuestro “Manifiesto por un turismo orientado de calidad, sostenible e integrador”, un decálogo que resume nuestro compromiso con el desarrollo sostenible, los destinos no se consideran un conjunto de atracciones turísticas, sino comunidades para construir juntos un modelo de turismo que genere mayor valor económico y social. Este enfoque también pretende empoderar a los pasajeros e iniciarlos en una interpretación diferente del viaje, basada en la autenticidad de las experiencias y en la potenciación de la excelencia de los territories visitados.
Un cambio radical. Entonces, Rossella. ¿Cómo crees que los pasajeros pueden ser conscientes de lo que estais haciendo? ¿Qué tipo de comunicación estáis utilizando para dar a conocer vuestro “Manifiesto”?
Buscamos una experiencia verdaderamente sostenible para nuestros pasajeros que abarque un viaje completo desde la reserva hasta el final de las vacaciones. A bordo tratamos de involucrarles a través de diferentes actividades. Por ejemplo, la puesta en valor de los lugares visitados, con excursiones sostenibles gestionadas por colaboradores que comparten nuestros valores. En nuestros restaurantes, ofrecemos productos relacionados con los itinerarios que realizamos, premiando la calidad y los productos locales. En nuestro restaurante Archipiélago, por ejemplo, se puede cenar en un ambiente elegante con decoraciones realizadas a partir elementos recogidos en la limpieza de las playas de la Fundación Costa Crociere. Una pequeña parte de la recaudación de este restaurante se destina a la Fundación para que se invierta en iniciativas de protección del medio ambiente.Así que el “Manifiesto” de sostenibilidad, en el que se identifica la nueva marca de Costa, también incluye una experiencia realmente diferente a bordo de su flota. ¿Su tripulación también está involucrada de alguna manera?
Por supuesto. En barcos como el Costa Toscana tenemos más de 1.000 tripulantes. Su impacto en el medio ambiente también sería importante sin el esfuerzo de toda la tripulación. Hemos promovido iniciativas como Stop the Drop sobre el ahorro de agua y Taste not Waste sobre la reducción del desperdicio de alimentos, en las que participan no sólo los pasaheros sino también los miembros de la tripulación
¿Qué perspectivas hay para el futuro? ¿Qué nuevas iniciativas u otros proyectos tienen en el horizonte?
Sin duda. Consideramos que el GNL es un paso importante, pero no el objetivo final. Estamos invirtiendo mucho en investigación y desarrollo y ya estamos pensando en los proyectos de próxima generación. Estamos probando y trabajando en conceptos de buques que puedan aprovechar todas las diferentes tecnologías. Con el lanzamiento del GNL, hemos sido líderes en el sector y seguimos trabajando para seguir avanzando en esta dirección.
El “Manifiesto” corporativo de Costa Cruceros prevé, por tanto, extender el concepto de sostenibilidad más allá del barco, convirtiéndolo en una verdadera experiencia para los pasajeros a bordo y en la palabra clave para las relaciones con los proveedores de productos y servicios, creando asociaciones de valores compartidos. Experiencias que ya se pueden vivir a bordo de dos de los barcos de última generación, modernos e innovadores, pero que, en la medida de lo posible, se extienden e implementan en toda la flota.