La compañía afronta un 2014 lleno de novedades, entre las que destacan el estreno del esperado y revolucionario ‘Quantum of the Seas’ y la llegada a Europa del mayor barco del mundo, el ‘Oasis of the Seas’, con salidas desde Barcelona. También diversifican rutas tras cumplir el hito de alcanzar recientemente los 50 millones de pasajeros.
Suceda lo que suceda con las ventas, que a priori son prometedoras y acordes al volumen de novedades que ultima Royal Caribbean, no cabe duda de que el 2014 se perfila como un gran año para la naviera estadounidense. La compañía que ha conquistado a miles de cruceristas españoles con la calidad que ofrecen todos sus barcos (sin disonancias) trae bajo el brazo muchos argumentos para ser noticia en el año entrante. Para empezar, un estreno que no solo supone un barco nuevo sino que abre la puerta a una nueva clase, la Quantum, con todas las sorpresas que implica en una firma siempre pendiente del más difícil todavía. Pero también será un año determinante al dar el paso estratégico de traer a Europa el mayor buque del mundo, el Oasis of the Seas, con el plus añadido de establecer sus escasas salidas precisamente desde Barcelona.
Royal Caribbean conquistó rápidamente al crucerista español con su oferta familiar, un buen servicio y gastronomía y una buena relación calidad precio. La compañía ha resistido el envite de la crisis que ha llevado a algunas de sus competidoras a ofrecer tarifas irrisorias, a veces a costa de la calidad. En Royal se ha evitado el precio reventado tratando de ponderar con precisión la oferta de buques en el Mediterráneo en consonancia a la demanda y a la rotación de barcos que captarán el interés del crucerista, también eliminando dolorosamente algunas salidas, como sucedió en el caso de Málaga.
Tras años de espirales de estrenos, la naviera pisó el freno y apostó por poner al día algunos de sus barcos más emblemáticos, con la vista puesta en desarrollar una nueva clase de buque. Una tarea que le ha dado buenos resultados de ocupación de naves, como muestra la celebración del pasajero 50 millones hace apenas unos meses y tras 45 años de singladura. Hubo fiestas en todos los buques, como si se tratara de una Nochevieja adelantada. Pero la gesta se dejará sentir durante todo un año, durante el que los viajeros pueden compartir lo que la compañía llama momentos WOW (sus experiencias más sorprendentes y gratas a bordo), desde las redes sociales y mediante el hashtag # RoyalWOW. Y tampoco faltarán más celebraciones y acciones en honor de los viajeros y de la propia tripulación, a los que su presidente y CEO, Adam Goldstein, atribuye en buena medida que los pasajeros “sigan navegando con Royal una y otra vez”, en los 21 barcos que alinean, como corrobora el programa de fidelización Crown&Anchor.
No cabe duda de que el 2014 se perfila como un gran año para la naviera estadounidense.
Será en otoño próximo, no obstante, cuando la naviera acaparará la actualidad del sector. Belén Wangüemert, directora general en España y Francia de Royal Caribbean, tiene claro que “el 2014 marcará un hito para la compañía”. “Estamos muy orgullosos de ser el único país de Europa que reciba al Oasis of the Seas en tres de sus puertos”, explica a Cruises News. En su opinión, esa apuesta demuestra su “compromiso con el mercado y, además, beneficiará desde un punto turístico y económico diferentes áreas del país”. La máxima responsable de la naviera agrega que la decisión no solo fue una gran noticia para el grupo, sino también “para las ciudades y puertos en los que recalará”. Para empezar, la expectativa de conocer el mayor barco del mundo, con capacidad para hasta 6.360 pasajeros y 2.394 tripulantes, y 225.282 toneladas, ya supuso una avalancha de reservas en cuanto se hizo público que el Oasis cruzaría el charco.
La razón de la visita está vinculada a una puesta a punto con tareas de mantenimiento en los astilleros de Rotterdam, pero en el sector se ha interpretado como una prueba piloto sobre la aceptación del barco en Europa y, sobre todo, de su operativa. No es fácil encajar sus 360 metros de eslora y la enorme capacidad logística que precisan las labores de embarque y desembarque de semejante ciudad flotante. Por eso, Barcelona, primer puerto europeo, fue elegido punto de salida de sus rutas. La posibilidad de conectar la operativa simultánea en los muelles A y B, y la solvencia del A (en el que se invirtieron 15 millones de euros hace cinco años), hace que en sus catálogos el Port de Barcelona ya aluda desde hace tiempo a sus instalaciones como “especialmente diseñadas para acoger la nueva generación de barcos”, entre los que cita al Oasis, como si de un oráculo se tratara.
El superbuque de la clase Oasis llegará a la capital catalana el 13 de septiembre, desde donde realizará dos cruceros (13 y 18) de cinco noches recorriendo el Mediterráneo oriental, con escalas en Roma y Nápoles y dos días de navegación, imprescindibles para poder disfrutar de las interminables 16 cubiertas del buque, sus siete vecindarios temáticos, su enorme Aquatheatre (con piscina de saltos acrobática), el original Central Park con 12.000 plantas naturales, tirolina, dos piscinas de surf, un tiovivo, restaurantes de diseño y familiares… Por no hablar de la opción de disfrutar de camarotes seudointeriores (sin vistas al mar) pero con balcón hacia los espacios abiertos que surcan el barco, ejerciendo de miradores particulares. Para quienes precisen de más jornadas de exploración existe la opción de un tercer crucero de siete noches con destino a Holanda y paradas también en Málaga y Vigo, donde se espera al gigante con enorme expectación.
Belén Wangüemert, directora general en España y Francia de Royal Caribbean, tiene claro que “el 2014 marcará un hito para la compañía”. “Estamos muy orgullosos de ser el único país de Europa que reciba al Oasis of the Seas en tres de sus puertos”.
¿Será un primer paso para una oferta regular en el viejo continente? Wangüemert confía en que “esta visita sea solo el inicio de un prometedor futuro entre los barcos de la clase Oasis y el mercado español”. No en vano, el Allure of the Seas tendrá que pasar también por un acondicionamiento a corto plazo.
Semanas después, Europa volverá a ser el foco de atracción con el debut del esperado Quantum of the Seas, fruto de tres años de diseño y planificación. El impacto será doble. Por un lado, Royal echa de nuevo la carne al asador impulsando novedades como los 373 camarotes con balcón virtual y el primer simulador de paracaidismo o máquina de aire que permite ‘volar’ a 90 metros sobre el nivel del mar de forma segura (RipCord by iFly). La compañía cambia el enfoque y deja de buscar el más grande todavía en pos de la innovación en el diseño en esta nueva joya de 167.800 toneladas para 4.180 pasajeros en ocupación doble. Pero la jugada se acompaña de una importante estimación de tasa anual de crecimiento de capacidad total de la flota del 4% desde el 2012 hasta el 2017.
Cabe recordar que los gemelos del Quantum ya se han gestado, con la inauguración del Anthem of the Seas en el 2015 y la firma de un contrato con el astillero Meyer Werft para crear un tercer buque en Francia, aún sin nombre y que debe estar listo a mediados del 2016. El desarrollo de esta nueva línea implica invertir la friolera de 1.200 millones anuales este año y el 2015, y 2.100 en el 2016. Un despliegue que solo puede asumir una empresa de amplia flota y que visita anualmente 270 destinos en 72 países de todos los continentes.
En el caso del primer Quantum, que zarpará de Southampton en noviembre para realizar rutas por el Caribe desde Nueva York, la empresa promete las zonas de ocio más vanguardistas, donde no faltarán pistas de deporte cubiertas, autos de choque (en el espacio interior Sea Plex), una cápsula de observación North Star para elevar al pasajero a lo más alto con vistas de 360 grados, pantalla gigante de cine al aire libre… sin perder de vista los ya tradicionales simuladores para surf, pared de escalada, minigolf y otros grandes hits de Royal Caribbean. En un continuo goteo de novedades que van precalentando a los seguidores de la marca, hace solo unos días anunciaron que a bordo contarán con el musical Mamma Mia, con licencia de Broadway.
Por lo que respecta a la distribución de sus barcos de cara al 2014, Barcelona volverá a ser punto de partida de las rutas mediterráneas del Liberty of the Seas, con más actividades familiares, primero con un mini de cuatro noches el 14 de mayo, y posteriormente con rutas de siete noches (del 18 de mayo al 19 de octubre), con escalas en Marsella, Villefrance, La Spezia, Roma y Nápoles. La capital catalana también será puerto base del Serenade of the Seas de mayo a agosto, con cruceros de 12 noches que alternarán Venecia y el Mediterráneo, con islas griegas y Mediterráneo, una fórmula que ha funcionado muy bien en los últimos años. En la zona, el Navigator operará desde Roma, mientras que el Splendour lo hará desde Venecia. Fuentes de la compañía destacan que casi todos los buques que operarán desde Europa han sido revitalizados, incorporando opciones gastronómicas incluso de la clase Oasis
Sin salir del continente, en el norte se posicionan el Legend y el Adventure. En esas latitudes habrá opción de recorrer los fiordos desde Hamburgo y Copenhague, el Círculo Polar o Escandinavia y Rusia. El Brilliance también se mantiene fiel a su cita europea, esta vez con cruceros desde Londres a capitales bálticas y a Islandia y Noruega, en itinerarios distintos.
Los dispuestos a recorrer aún más millas náuticas y a itinerarios diferentes (al margen de la nutrida oferta en el Caribe) tienen también donde elegir, desde el transatlántico de Barcelona a Nueva Orleans el 6 de noviembre con el Serenade, a la salida del 22 también desde el puerto barcelonés esta vez rumbo a Sao Paulo, Brasil. El punto exótico de otros continentes tiene este año rutas tan atractivas como las del Radiance y el Rhapsody, desde Sidney por el Pacífico sur o Hawai, recalando en Moorea, Papeete, Bora Bora y Honolulu, de entre 12 y 18 días.
