Tanto pasajeros de cruceros como tripulantes de barcos de carga, todos han sufrido bloqueos para desembarcar durante la crisis del coronavirus covid-19. La Comisión Europea publicó ayer sus directrices para proteger a todas estas personas, con recomendaciones sobre salud, repatriación y preparación de viajes. También piden a los estados miembros que creen una red de puertos donde se pueda hacer cambios de tripulación sin retrasos.
Cambios de tripulación, puertos designados
Los marinos a menudo trabajan lejos de su hogar durante meses. Una vez su contrato termina – normalmente sobre 100.000 marineros cada mes – el cambio de tripulante tienen lugar en puerto. Para muchos marinos, el puerto de llegada o salida está fuera del país en el que viven, y muchos de ellos que trabajan en barcos que operan en la UE pero son de nacionalidades fuera de la UE.
Los Estados Miembros de la UE tienen diferentes normas sobre cambios de tripulación en sus puertos. Para asegurar claridad para todos los afectados, los Estados Miembros deberían seguir la directrices de la comisión para facilitar los tránsitos y las Directrices de implementación de rutas verdes. Para nacionales no europeos que necesiten visados para desembarcar dentro de la UE y que no pueden solicitarlos debido a la situación actual, los Estados Miembros deben concederlos en la frontera de forma que estas personas puedan ser repatriadas rápidamente.
La directrices piden a los Estados Miembros, en coordinación con la Comisión, que designen puertos alrededor de la costa europea para cambios de tripulación rápidos, con instalaciones adecuadas para los marineros para hacerles chequeos médicos, cuarentenas si hiciese falta por el país en cuestión, y conexiones de transporte hacia su país de residencia.
La pandemia ya ha conducido hacia la extensión de muchos contratos, potencialmente con un impacto negativo en el bienestar de los marinos. En todos los casos esas extensiones deberían tener lugar con el acuerdo de los individuos afectados.
Cruceros
Las navieras de cruceros deben asumir toda la responsabilidad de repatriar pasajeros y tripulantes de sus cruceros, incluyendo desde puertos no europeos. La Comisión pide a los estados que ayuden a las navieras a identificar los puertos apropiados para el desembarque, y que las apoyen en la preparación del desembarco y repatriación de sus clientes y tripulantes. Si hay personas a bordo infectadas con el coronavirus, los barcos deben dirigirse al puerto más cercano en que los hospitales tengan suficiente capacidad.
Recomendaciones sanitarias y reporte de casos
Los barcos ya debían enviar una Declaración Marítima de Salud antes de entrar a un puerto. A mayores, la Comisión recomienda que los barcos acercándose a puertos comuniquen – cuatro horas antes de la hora de llegada estimada – el número de personas a bordo y cualquier caso confirmado o sospechoso de infecciones por COVID-19
La salud y seguridad de los marinos y trabajadores del puerto es absolutamente prioritaria. La Comisión pide que se tengan disponibles Equipos de Protección Individual (EPIs) y que se usen de acuerdo con las recomendaciones existentes, y que los marinos tengan acceso a una adecuada atención médica si la necesitan. Cuando todos los miembros de la tripulación estén sanos y si su escala en puerto anterior se realizó hace más de una quincena, no deben ser puestos en cuarentena cuando desembarcan para repatriarse.
Estas directrices no cubren marineros en barcos de pesca, que están bajo la cobertura de los documentos guía que afectan al ejercicio de libre circulación de trabajadores durante el brote de COVID-19 y de las medidas de gestión de fronteras para proteger la salud y asegurar la disponibilidad de bienes y servicios esenciales.
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