Nos embarcamos en el crucero especial “Culinary Luminaries” por el Mediterráneo, donde los artistas del mar y la alta cocina más exquisita, se reúnen una vez al año para deleitar a sus clientes más gourmets.
En un océano donde el lujo se mide en metros de eslora, Oceania Cruises ha elegido otro camino, el del sabor. No busca ser la más grande ni la más ruidosa, sino la más deliciosa. Su lema The Finest Cuisine at Sea, no es una frase publicitaria, sino una declaración de principios. En cada travesía la compañía demuestra que navegar puede ser también una experiencia gastronómica del más alto nivel. La gastronomía no es un servicio, es un arte escénico. Cada restaurante es una historia, un acento culinario, un viaje dentro del viaje.
Jacques, el homenaje vivo al legendario chef francés Jacques Pépin, evoca los bistrós parisinos donde el foie gras y la mantequilla se convierten en poesía. Toscana destila la esencia italiana con pastas frescas, aceites extra vírgenes y los aromas de la Toscana que inundan el comedor. Polo Grill encarna el clásico steak house americano, donde los cortes premium se sirven con la precisión de un ritual.
Red Ginger explora el exotismo asiático con el equilibrio milimétrico de sus currys, jengibres y salsas de soja fermentada y La Reserve by Wine Spectator ofrece la experiencia perfecta para los amantes del vino, maridando las mejores cosechas con menús diseñados en exclusiva. Además, para los curiosos del arte culinario, el Culinary Center su escuela de cocina práctica, permite ponerse el delantal y aprender técnicas de los chefs más premiados.
Los guardianes del sabor
Detrás de esta sinfonía de sabores se encuentran dos maestros de la cocina francesa: Alexis Quaretti y Eric Barale, ambos miembros de la prestigiosa asociación Maîtres Cuisiniers de France, un honor reservado a los cocineros más distinguidos del mundo y a ellos se suma la figura icónica de Jacques Pépin, chef, mentor y alma creativa de la naviera. Su legado es tangible en cada plato, en cada salsa reducida con paciencia, en cada gesto de respeto hacia el producto.
Jacques Pépin muestra con orgullo lo que ha creado para Oceania a la que siente muy suya y define su cocina, no solo como un lujo sino como una forma de viajar, que es en definitiva el espíritu del que se impregna la compañía, descubrir el mundo a través del sabor.
Porque cuando un chef francés reduce una salsa mientras el sol se pone sobre el Mediterráneo, cuando un “sommellier” descorcha un Burdeos frente a las costas francesas, cuando un huésped saborea una pasta hecha al momento en “Toscana”, entonces el mar deja de ser horizonte para convertirse en mesa. Puede que no todo el mundo aprecie esto, o se pare lo suficiente para apreciarlo o simplemente busque otras cosas en su viaje, pero si lo aprecias, estás en el crucero adecuado.
Culinary Luminaries Cruise
Oceania tiene una base muy fiel de clientes que viaje tras viaje descubren lo mejor de cada itinerario combinado con el arte de comer con mayúsculas. Uno de los cruceros más esperados es el Culinary Luminaries, una travesía anual donde los chefs de Oceania comparten escenario, secretos y pasión por la gastronomía, junto con varios chefs invitados de diferentes nacionalidades y especialidades, como Loic Lobet, Jean-Philippe Gheysens y Jean-Christophe Rasse. Digamos que es el salto con doble o triple tirabuzón, si usamos una analogía.
Durante el crucero, no solo disfrutas de las demostraciones culinarias en vivo realizadas por los chefs, sino que comparten las recetas por escrito para sentirte un verdadero privilegiado a bordo degustándolas y un Master chef a su regreso a casa. Cada día una experiencia a bordo, unas más exclusivas con reserva, y otras abiertas a todos. Mientras la travesía discurre por las costas francesas, puedes escoger excursiones gastronómicas con degustaciones de vinos en pequeñas bodegas y volver a bordo para cenar si lo deseas, en el Chef’s Market Dinner, la experiencia francesa en La Terrace, que incluye platos locales de temporada. Sin caer en tópicos, cenar esos platos interminables de mejillones, caracoles, pato y queso, mucho queso, (por poner un somero ejemplo), en modo buffet, regado con vinos franceses, en el exterior con la brisa y el sonido del mar, puede considerarse sencillo, pero es uno de esos lujos que yo busco en un crucero. Esta misma experiencia se repitió “a la griega”.
La oferta gastronómica y de experiencias además de los restaurantes de especialidades, se completa con cenas con maridaje de vinos en el Aquamar Kitchen, una cena para hasta 24 comensales con reserva previa, con firma de chef renombre, donde cenar a la francesa es otro nivel. Para paladares muy exigentes.
Durante toda la travesía hay que emplearse a fondo para que tu estómago llegue a todo; Desde la Culinary Luminaries Gala Dinner a diversas degustaciones de vino incluidos los orgánicos. Hay que hacer mención especial al legendario “Gala Brunch”, servido desde la mañana en el Grand dinning room. Y si, gala significa caviar, langosta y todo los delicatessen que imagines.
Este año, el crucero nos llevó por el Mediterráneo desde Barcelona a Estambul pero el mundo es grande y la gastronomía diversa, por lo que para 2026 ya se ha anunciado el crucero Cullinary Luminaries de Belfast a Lisboa del 15 al 25 de septiembre a bordo del Oceania Marina. Los chefs Quaretti y Barale serán anfitriones de honor, acompañando a los huéspedes en demostraciones culinarias, degustaciones a bordo y visitas a bodegas históricas como el Château Royal de Cognac.
Pero no se puede dejar de mencionar el resto de factores que hacen que Oceania haya estado siempre en ese elevado nivel, o que incluso ahora haya apostado por elevarlo, para dejar de ser esa naviera que era más que premium, la siempre llamada Upper Premium y mostrarse como una naviera de lujo, con los esos lujos que le caracterizan. Oceania Cruises pertenece a Norwegian Cruise Holding, junto con Regent Seven Seas y Norwegian Cruise Line, y en España está comercializada principalmente por Un Mundo de Cruceros.
El nivel de servicio en sus barcos es excepcional, personalizado, delicado. Navegas en barcos que a pesar de estar al completo con sus hasta 1200 pasajeros, nunca percibes una aglomeración, todo es espacio y servicio. Los barcos están decorados con gusto, calidad y sin estridencias. Podríamos mencionar las marcas presentes en la decoración y menaje, pero lo dejaremos para otro artículo porque de verdad da suficientemente de sí para ello. Solo me dejo caer con una pincelada, vajillas y porcelana de Versace, Ralph Lauren home o Lalique.
Esta travesía a bordo del Vista que fue inaugurado en 2023, nos ha permitido valorar ese sentido del espacio, del servicio, del gusto por lo delicado y de la gastronomía como eje vertebrador de la experiencia.
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