Por Virginia López Valiente
Directora General de Cruises News Media Group y Editora de la revista CruisesNews
Editorial perteneciente a la revista CruisesNews nº73 – Junio 2025
Hoy comunicar no es una opción, es una responsabilidad
Durante años, la comunicación en esta industria se ha desarrollado en entornos cerrados, en ferias, congresos, comunicados institucionales. Pero el verdadero reto no está dentro sino fuera. Está en la percepción pública, en la televisión, la radio, la prensa, las redes, en las conversaciones cotidianas. Está en quien nunca ha subido a un crucero pero lo señala como una amenaza ecológica, o en quien jamás ha leído una memoria de sostenibilidad pero afirma que “los cruceros son el emblema del turismo depredador”.
La estrategia de comunicación necesita un cambio de rumbo, y lo necesita con decisión. No basta con reaccionar, ni con hablar en lenguaje técnico. Hace falta una comunicación valiente, clara, pedagógica y emocional. Una que no tenga miedo de admitir lo que aún queda por mejorar, pero que sepa defender con firmeza lo que ya se está haciendo bien.
Hay que abrirse, salir del monólogo corporativo y entrar en el diálogo social.
El sector ha estado demasiado tiempo respaldado por cifras, empleos generados y cumplimiento de normativas, pero eso ya no es suficiente. La reputación hoy no se construye con datos sino con confianza. Y la confianza nace de la transparencia, de la cercanía y del compromiso real.
Es momento de dejar de temer el escrutinio y empezar a aprovecharlo. Abrir los barcos, los puertos, los centros de decisión. Mostrar cómo funciona esta industria por dentro y compartir, explicar para humanizar. Mientras las compañías comunican pensando en crecer, la industria en su conjunto sigue en modo defensivo.
Salvo contadas excepciones, ¿dónde están las campañas que muestran el esfuerzo en innovación detrás de cada nueva generación de buques? ¿Dónde se escuchan las voces de los tripulantes, los técnicos, los cruceristas reales? ¿Dónde están las historias que conectan con lo que hoy importa? ¿Dónde están los mensajes que llegan a toda la sociedad?
No se trata de justificarse sino de liderar el relato. Porque si la industria no lo hace, otros lo harán por ella. Y ya lo están haciendo los medios, influencers, gobiernos y asociaciones ciudadanas, muchos de ellos con una visión crítica, no siempre con información completa, pero sí con un altavoz potente.
La industria tiene mucho que contar y mucho que ganar si lo hace bien. Comunicar bien es dar contexto, sentido y sobre todo solución, y por descontado exige planificación. No basta con una campaña aislada. Hace falta una arquitectura de comunicación, definir mensajes, unificar el tono, identificar públicos, estar presente constantemente en los medios, colaborar con voces externas, fomentar la transparencia, activar equipos internos, formar portavoces y medir el impacto.
El gran desafío es alcanzar a quienes hoy están lejos. No a los partners, ni a los expertos. A quienes tienen una imagen negativa sin experiencia directa. A quienes han escuchado más críticas que argumentos. A quienes creen que esta industria no tiene futuro, y a quienes podemos demostrar que sí lo tiene.
Esa es nuestra tarea como profesionales de la comunicación y debería ser ya sin más demora, el compromiso firme del sector.
Porque al final todo se resume en una certeza, no hay futuro sin reputación y no hay reputación sin comunicación.
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