Melilla, una ciudad autónoma española situada en la costa norte de África, reúne varios ingredientes que la hacen atractiva para el turismo de cruceros: una ubicación estratégica y singular, un puerto en el centro de la ciudad, y un casco urbano compacto que atesora un barrio modernista impresionante, playas, tesoros gastronómicos y mucho más.
Actualmente el Puerto de Melilla e ITM Group trabajan en un proyecto para la construcción de una nueva terminal de cruceros y recuperación de 10 locales comerciales, esperando recibir los cruceros en el muelle cargadero, y, excepcionalmente, en los muelles Nordeste-2 y Nordeste-3 en el caso de que atraquen barcos de esloras más grandes de las que puede acoger el Cargadero del Mineral.
Esto supone que los cruceros atraquen en el centro mismo de la ciudad, a solo unos cientos de metros de Melilla La Vieja, una fortaleza de los siglos XVI-XVII, con vistas al mar y al puerto.
Melilla La Vieja
También conocida como El Pueblo, es el corazón histórico y cultural de la ciudad autónoma. Situada sobre un promontorio rocoso que domina el mar Mediterráneo, esta ciudadela amurallada invita a un viaje en el tiempo por su valioso patrimonio arquitectónico y su ambiente único.
Sus murallas renacentistas, construidas entre los siglos XV y XVIII, son uno de los conjuntos defensivos mejor conservados del Mediterráneo. En su interior, los visitantes pueden recorrer estrechas calles empedradas, plazas llenas de encanto y miradores con espectaculares vistas al puerto y a la costa africana.
Entre los lugares más destacados se encuentran la Iglesia de la Concepción, el edificio religioso más antiguo de la ciudad; la Casa del Gobernador, que alberga hoy el Museo de Arqueología e Historia; y el Museo Militar, que muestra la relevancia estratégica de Melilla a lo largo de los siglos. También merece especial mención el Conjunto de Cuevas del Conventico, un laberinto de grutas naturales usadas antiguamente como refugio y almacén.
La playa que hay en la histórica Ensenada de los Galápagos, rodeada de los altos muros de la fortaleza, es un lugar de singular belleza y fotogenia, pero aun nos dejará más asombrados la Cala de Trápana, accesible solo desde las Cuevas del Conventico.
El Modernismo en Melilla
Melilla alberga uno de los conjuntos modernistas más importantes de España, solo superado por Barcelona. Pasear por sus calles es descubrir un auténtico museo al aire libre donde la arquitectura se convierte en arte. La huella del modernismo, especialmente la del arquitecto Enrique Nieto —discípulo de Gaudí—, confiere a la ciudad una personalidad única que cautiva a los visitantes.
Las fachadas coloridas, los balcones de hierro forjado, los motivos florales y las formas ondulantes caracterizan edificios emblemáticos como la Casa de los Cristales, la Casa Tortosa, el Edificio La Reconquista o el Palacio de la Asamblea, verdadero icono de la Melilla modernista. Estos inmuebles reflejan la prosperidad económica y la apertura cultural que vivió la ciudad a comienzos del siglo XX.
El recorrido por el Barrio del Ensanche Modernista es una experiencia imprescindible para quienes buscan belleza arquitectónica y encanto histórico. Con guías especializadas, rutas temáticas y una ambientación urbana cuidada, el modernismo de Melilla se revela como uno de sus mayores atractivos turísticos, capaz de sorprender incluso a los viajeros más experimentados.
Playas, compras y gastronomía en Melilla
La playa de San Lorenzo, junto al puerto de Melilla, tiene una gran superficie para tomar el sol y relajarse en el mar, pero si lo que buscamos es hacer algo de compras debemos pasear hacia la Plaza de España y recorrer después las calles Juan Carlos I y Ejercito Español, donde están las tiendas más selectas y donde podremos disfrutar del ambiente urbano multicultural que distingue a Melilla.
En cuanto a la gastronomía Melilla ofrece sabores que fusionan la cocina mediterránea con influencias norteafricanas y andaluzas: platos como cuscús, harira, pinchos morunos, o pescados fritos.
Cruceros de lujo en Melilla
En 2023 Melilla recibió 9 escalas de cruceros con 4.232 pasajeros y en 2024 fueron 12 las escalas y unos 9.000 pasajeros.
Son los cruceros de lujo los que más están apostando por la multiculturalidad y singularidad de Melilla: desde el Seabourn Sojourn hasta el Seven Seas Splendor, pasando por el Oceania Marina, en 2025 se espera batir todos los récords y es que a medio plazo el objetivo es superar los 80.000 visitantes anuales.
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