Mientras las vacaciones de verano alcanzan su punto álgido y el turismo continúa creciendo en toda Europa, Hurtigruten ofrece una alternativa más tranquila y significativa con su nuevo concepto “Open Village” en Noruega.
La compañía de viajes costeros noruega ha colaborado estrechamente con las comunidades locales para crear experiencias exclusivas, lideradas por los propios habitantes, que sumergen a los viajeros en la vida cotidiana de tres tranquilos y remotos pueblos costeros: Træna, Bessaker y Sæbø.
Desde tradiciones locales y gastronomía casera hasta actividades guiadas, una amplia gama de experiencias cuidadosamente diseñadas y gestionadas de forma sostenible están disponibles exclusivamente en los viajes de su Signature Line, entre mayo y septiembre. Los barcos más pequeños de Hurtigruten son los únicos cruceros que visitan estos pueblos durante la temporada de verano, accediendo a lugares donde los grandes buques simplemente no pueden llegar. Además, con hasta 500 pasajeros a bordo de cada barco, Hurtigruten contribuye directamente con una cantidad por huésped a cada comunidad en cada visita.
En Bessaker, los visitantes son recibidos calurosamente con un desfile festivo del pueblo y acceso a edificios históricos, donde los anfitriones comparten relatos personales y tradiciones, junto con música en vivo, tallado en madera y delicias caseras como tortas, café y sodd, una sopa tradicional de carne.
En Sæbø, ubicado entre majestuosos fiordos, los visitantes asisten a un concierto en la iglesia con músicos locales, exploran el Centro de Avalanchas y conversan con guías sobre la historia natural y cultural del lugar.
Por su parte, en Træna –una de las comunidades pesqueras más antiguas de Noruega– los huéspedes visitan el Museo Local de Træna, la Capilla de Petter Dass y la iglesia del pueblo, utilizando un folleto curado que permite una experiencia cultural flexible y autoguiada.
“Mientras algunos de los destinos más conocidos de Europa luchan con las presiones del turismo, nuestro enfoque es deliberadamente diferente: un viaje más lento, más significativo, basado en una conexión genuina”, señaló Odd Tore Skildheim, Jefe de Desarrollo de Producto de Hurtigruten.
“Estos pueblos, con una población combinada de menos de 1.000 personas, no son solo puntos en un mapa. A través del concepto ‘Open Village’, no hay ningún coste para nuestros huéspedes. En cambio, por cada visita realizamos una contribución económica directa a la comunidad, basada en el número de pasajeros a bordo, garantizando que los beneficios lleguen realmente a quienes viven allí. Nuestro objetivo es que los huéspedes se sientan realmente bienvenidos, y los locales, verdaderamente apoyados.”
“Para nosotros en Bessaker, la contribución de Open Village significa más que ingresos; es la base para el crecimiento y el optimismo en nuestra comunidad. En un pueblo de apenas 170 personas, 12 negocios se benefician directamente, desde proveedores de actividades hasta artistas, panaderos y productores locales”, explicó Knut Johan Monkan, de Coastal Host Bessaker.
“Sin esta iniciativa, lugares como FABrikken, nuestro nuevo restaurante, y Stokkøy Bakeri, nombrado el mejor panadero de Noruega en 2023, no habrían logrado mantenerse. Los efectos en cadena son amplios, y la presencia de Hurtigruten es esencial para crear un pueblo y una región sostenibles y con vida.”
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